1560
El primer avistamiento de Guaire
“…hasta llegar al valle del Guaire, llamado así entre los indios, por un hermoso río de este nombre, que cortándonlo de Poniente o Oriente, lo atraviesa con sus corrientes y fecunda sus aguas…”
El margariteño Francisco Fajardo y sus treinta hombres fueron los primeros en ver de cerca el río Guaire y el extenso valle de Caracas.
José Oviedo y Baños. Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela. Caracas, Fundación Cadafe, 1982. T.I., pp: 249-250.
1567
Guaicaipuro defiende el valle del Guaire
“… que solo se miraban por el campo arroyos de sangre en que nadaban los destrozados cadáveres”.
Diego de Losada, liderando a una expedición de 800 personas, llega a los márgenes del río San Pedro en Los Teques, principal afluente del río Guaire.
José Oviedo y Baños. Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela. Caracas, Fundación Cadafe, 1982. T.II., pp: 398-400
1567
Losada en los márgenes del Guaire.
“…prosiguió su marcha en demanda del valle de San Francisco, donde llevaba puesta la mira de poblarse; y aunque se hallaba distante de él, solo tres leguas siguiendo el río abajo las corrientes del Guaire, no quiso llevar este camino por no exponerse…”
Diego de Losada decide desviarse de los márgenes del río Guaire por ser blanco de emboscadas y coge camino hacia el pueblo del Valle, territorio del cacique Caricuao.
José Oviedo y Baños. Historia de la Conquista y Población de la Provincia de Venezuela. Caracas, Fundación Cadafe, 1982. T.II p. 401
1567
Fundación de Santiago de León de Caracas.
“… se resolvió a fundar una ciudad en el valle de San Francisco, a quien intituló Santiago de León de Caracas…”
Diego de Losada funda la ciudad de Santiago de León de Caracas ubicada en la zona norte, cerca de las aguas del río Guaire. Hoy es simplemente con el nombre "Caracas"
José Oviedo y Baños. Historia de la Conquista y Población de la Provincia de Venezuela. Caracas, Fundación Cadafe, 1982. T.II., pp: 418-419
1578
El Guaire es dibujado en el primer mapa.
“El plano que acompaña la Relación del gobernador Juan Pimental que señala: son 24 manzanas… 16 de éstas parcialmente pobladas dentro de los límites arcifinios (sic) del Catuche, del Caroata y del Guaire. El plano, en el cuadrilátero, respondía al espíritu de las Ordenanzas de poblamiento de Felipe II... ”.
Juan de Pimentel, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, esbozó el primer mapa de la hasta entonces ciudad de Santiago de León de Caracas.
J. A. Armas Chitty. Caracas, origen y trayectoria de una ciudad. Caracas, Fundación Creole, 1967.
1592
El "buen orden de las calles".
“Desde muy pronto el Cabildo se ocupó del buen orden de las calles y del embellecimiento de la ciudad, pues en 1592 instruyó a los vecinos que cada cual encauzase la acequia a su fuente, para que pasase debajo de la tierra…”.
Juan de Pimentel, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, esbozó el primer mapa de la hasta entonces ciudad de Santiago de León de Caracas.
[Juan de Pimentel. “Relación de Nuestra Señora de Caraballeda y Santiago de León, hecha en Caraballeda”. 1578] En: Relaciones geográficas de Venezuela. Caracas, ANH, 1964
1595
Una cuadrícula rodeada por aguas.
“La primera ciudad se reducía a dos calles prolongadas de N. a S. desde Catacuche hasta el Guaire, abiertas en toda su longitud, aunque sólo pobladas en la parte situada al norte. Era la occidental la de la Mar, la actual Norte 4 y Sur 2 (Comercio); y la oriental llamada de San Sebastián, hoy Norte 2 y Sur 2. Al fin de ésta hallábase el puerto del Guaire, abundoso entonces de aguas que conducían sin gran trabajo las maderas necesarias para construcciones”.
Las quebradas que bajan del Ávila y el río Guaire que recorre de oeste a este la ciudad son los protagonistas del emplazamiento de la ciudad de Caracas.
J. A. Armas Chitty. Caracas, origen y trayectoria de una ciudad. Caracas, Fundación Creole, 1967.
1595
Se cultivaba en todas partes.
“La tierra caraqueña comenzó a ser cultivada por mano castellana y prosperaron los primeros ganados y naranjos, membrillos y duraznos, en tanto que las legumbres europeas unidas a las indígenas, comenzaban a proporcionar abundante sustento… siembran al mismo tiempo que el trigo y la cebada, en las vegas del Guaire y del Anauco”.
Arístides Rojas, historiador, botánico y periodista venezolano, resalta la visión agrícola del valle de Santiago de León de Caracas en sus primeros tiempos de su fundación.
[Arístides Rojas. “Orígenes del cultivo de la tierra en el valle de Caracas y desarrollo de la capital]" En: Orígenes venezolanos. Historia, tradiciones, crónicas y leyendas. Caracas, Biblioteca Ayacucho, 2008, pp: 188-189
1595
Caracas era un sueño campestre.
“La poesía nació con la ciudad. Primero fue el vaho tembloroso de la niebla bajando de los cerros hacia el valle; después las manos de los riachuelos apartando la umbría maraña de las malezas para seguir un curso a pie de agua (…) Entonces la cuidad era solo el sueño del monte…la tierra sentía sed de no estar sola, a verga del agua y de las mariposas...”.
El poeta venezolano Luis Pastori describe los aires primigenios del valle caraqueño. La postal de una naturaleza salvaje y virginal que dominaba el espacio caribeño.
Luis Pastori. “Caracas, ciudad de poesía”. Prólogo de Caracas y la poesía. Caracas, 1966..
1595
Caracas mítica.
“Se movían: y allí estaba un río reflejándolos, con muchos juncos, llamado Guaire, repartiendo el candor de los bosques. En los claros de la montaña, sin más tesoro que su propio corazón, estaban ellos, los antepasados, los abuelos de mil y diez lunas, los que miraban el cielo y solo lo herían con su ardorosa invención”.
Arístides Rojas, historiador, botánico y periodista venezolano, resalta la visión agrícola del valle de Santiago de León de Caracas en sus primeros tiempos de su fundación.
Adriano González León. “Exorcismo contra la destrucción”. En: Del rayo y de la lluvia. Caracas, Ediciones Cadafe, 1981.
1595
Ciudad de quebradas y ríos.
“"Art. 3º. Sólo tendrá el nombre de Caracas la población que hay entre el Río Anauco, Quebrada de Lazarinos, el Río Guaire hacia el Calvario, la Pastora, Cuartel San Carlos hasta el Río Anauco".
En la Colonia, las Ordenanzas emitidas por el Cabildo de la ciudad disponían un buen orden y funcionamiento de todo lo relacionado con los espacios.
Mario Briceño Iragorry. Ordenanzas de Caracas. Caracas, 1951..
1595
Construir en Santiago de León de Caracas.
"Art. 4º… Se prohíbe fabricar casas fuera de los límites".
En la Colonia, las Ordenanzas emitidas por el Cabildo de la ciudad disponían un buen orden y funcionamiento de todo lo relacionado con los espacios.
Mario Briceño Iragorry. Ordenanzas de Caracas. Caracas, 1951.. Caracas, Ediciones Cadafe, 1981.
1595
Los primeros solares.
"Art. 5º… Se manda dentro de 4 meses se cerquen con paredes de tapia, los solares sin fabricar que además de afearla ocasionan perjuicios e incomodidades".
En la Colonia, las Ordenanzas emitidas por el Cabildo de la ciudad disponían un buen orden y funcionamiento de todo lo relacionado con los espacios.
Mario Briceño Iragorry. Ordenanzas de Caracas. Caracas, 1951..
1595
Construir en Santiago de León de Caracas.
"Art. 6º…. Se prohíben reparto de solares en esos límites a menos que un vecino de caudal conocido, pida terreno para levantar casa".
En la Colonia, las Ordenanzas emitidas por el Cabildo de la ciudad disponían un buen orden y funcionamiento de todo lo relacionado con los espacios.
Mario Briceño Iragorry. Ordenanzas de Caracas. Caracas, 1951.. Caracas, Ediciones Cadafe, 1981.
1595
Los primeros solares.
Art. 7º. De la misma manera se prohíbe edificar casas, y repartir solares en doscientas varas desde la orilla del Río Guaire…"
En la Colonia, las Ordenanzas emitidas por el Cabildo de la ciudad disponían un buen orden y funcionamiento de todo lo relacionado con los espacios.
Mario Briceño Iragorry. Ordenanzas de Caracas. Caracas, 1951..
1595
A cierta distancia del Guaire.
"Art. 8º… Toda la ciudad… si dividirá en barrios, de 4 manzanas cada uno”.
En la Colonia, las Ordenanzas emitidas por el Cabildo de la ciudad disponían un buen orden y funcionamiento de todo lo relacionado con los espacios.
Mario Briceño Iragorry. Ordenanzas de Caracas. Caracas, 1951.. Caracas, Ediciones Cadafe, 1981.
1600
El agua limpia.
“En 1600 se abren en Caracas las primeras cañerías de agua limpia y se introducen los primeros esclavos”
Arístides Rojas, naturalista e historiador venezolano, hace memoria de las primeras cañerías de agua potable de Caracas.
Mario [Arístides Rojas. “Orígenes del cultivo de la tierra en el valle de Caracas y desarrollo de la capital”] En: Orígenes venezolanos. Historia, tradiciones, crónicas y leyendas. Caracas, Biblioteca Ayacucho, 2008, p.189..
1603
Se bañan en la esquina El Chorro.
“Los vecinos de la esquina El Chorro se quejaban porque en la acequia se bañan y esto es antihigiénico; los tubos estaban conectados por tubos de barro cocido a las casas. Estos tubos eran muy resistentes, se encontraron restos de estas antiguas tuberías en el centro de Caracas, cercanos a las esquinas de El Chorro, Traposos y Cruz Verde y costó trabajo su demolición”.
El dificil acceso al agua potable complicaba el funcionamiento y mantenimiento de la estructura de las acequias de la ciudad. Problemática que se remonta a nuestra edad colonial y que persiste hasta la actualidad.
[“En el año 400 de su Fundación Caracas cuenta la historia de su Acueducto, Caracas, Hidrocapital, 1975] Citado por: Gerardo Rojas Benavides. Diversas miradas sobre el papel del río Guaire en la historia de Caracas. Trabajo de Maestría en Historia de Venezuela. Caracas,UCAB,2015, p. 85.
1608
El trapiche de caña.
“En 1608, pide permiso el capitán poblador don Juan de Guevara, uno de los fundadores y nobles de Caracas, para abrir una acequia en terrenos del Guaire abajo, con el objeto de fundar un trapiche de caña. La licencia fue concedida en 1609”.
Solicitar una toma de agua en Caracas implicaba no sólo paciencia, sino posición social y económica. El agua era también un factor de poder dentro de nuestra evolución colonial.
[Arístides Rojas. “Orígenes del cultivo de la tierra en el valle de Caracas y desarrollo de la capital”] En: Orígenes venezolanos. Historia, tradiciones, crónicas y leyendas. Caracas, Biblioteca Ayacucho, 2008, p.189
1638
La "fiesta de luz y de color"
“Más abajo del Convento Franciscano la ciudad se acababa y comenzaban las vegas del Guaire con su intenso verdor en los cañaverales, en los tiernos maizales veraneos... Los árboles acompañaban al río que se iba hacia el este, y la mirada se perdía en aquella bruma… Desde allá arriba todo el valle era una fiesta de luz y de color”.
Guillermo Castillo Lara, historiador venezolano, evoca la naturaleza virgen de Caracas, donde las aguas del Guaire bañaban el valle con ritmo apacible dentro del paisaje campestre.
[“En el año 400 de su Fundación Caracas cuenta la historia de su Acueducto, Caracas, Hidrocapital, 1975] Citado por: Gerardo Rojas Benavides. Diversas miradas sobre el papel del río Guaire en la historia de Caracas. Trabajo de Maestría en Historia de Venezuela. Caracas,UCAB,2015, p. 85.
1655
Baruta, afluente del Guaire.
“[Baruta] Se fundó en 1655, con base en las haciendas que desde los inicios de la colonización del Valle de Caracas se formaron en la hondonada que ocupa actualmente Baruta. El Valle de la Quebrada de Baruta, afluente del Guaire, facilitó el que se formara la vía de relación entre Baruta y el Valle de Caracas”.
Baruta, nombre del cacique mariche, hijo de Guaicaipuro y de Urquía, se erige como poblado del sureste de la ciudad.
[Arístides Rojas. “Orígenes del cultivo de la tierra en el valle de Caracas y desarrollo de la capital”] En: Orígenes venezolanos. Historia, tradiciones, crónicas y leyendas. Caracas, Biblioteca Ayacucho, 2008, p.189
1700
José de Oviedo y Baños: el cronista de la ciudad
“Una gran laude solemne, con mucho de música de órgano, es la primera y más cabal serie. Es la que escribe don José de Oviedo y Baños para la breve ciudad donde vino arremangarse gratamente su vida a comienzos del siglo XVIII (…) Don José la describe arrebujada en las estribaciones de la entrada occidental del antiguo Valle de San Francisco, limitado por sus cuatro ríos y asomada a sus cuatro plazas”.
José Oviedo y Baños fue el autor de la Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela (1723), obra fundamental para acercanos a la historia del poblamiento de nuestro territorio.
Arturo Úslar Pietri. Tierra venezolana. Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, 1965.
1700
Todo desemboca en el Guaire.
“La ciudad no ocupaba sino una cabecera del valle, la más alta y la más próxima al mar. A la distancia se veían los cursos de las quebradas que desembocan en el Guaire: Caruao, Catuche, Anauco, Chacao, Caurimare, viejos nombres indígenas. El nombre mismo del sitio de la primera población era Catuchaquao”.
La imagen del cuadrícula original de Santiago de León de Caracas, emplazamiento donde las fuentes hídricas tenían un protagonismo indiscutido en la vida cotidiana de la ciudad.
Arturo Úslar Pietri. Tierra venezolana. Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, 1965.
1714
Los juegos con agua en Caracas
“No encontrando modos de realizar sus propósitos, salió a la calle con su carga transida de pavores y montando en su caballo, huyó con ella hacia el Guaire que entonces corría menos tranquilo que ahora. Cumple allí su deseo, la baña y la sostiene sumergida entre las ondas hasta dejarla sin conocimiento”.
El gobernador y capitán general de la Provincia de Venezuela, Don José Francisco de Cañas y Merino, en las fiestas de Carnaval de aquel año, casi ahoga a una adolescente en el río Guaire que se negaba a ser bañada con agua. El gobernador español, era famoso por sus prácticas crueles y violentas.
José Nucete Sardi. La ciudad y sus tiempos. Caracas, Ediciones del Cuatricentenario de Caracas, 1967. p. 23.. Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, 1965.
1734
La tala de árboles en el Guaire.
“ Ya hemos visto que estaban prohibidos los cortes de madera en los inmediatos al Guaire y asimismo se prohibían en toda la serranía que da al mar, tanto para conservar las aguas como para la defensa de la Provincia en tiempo de guerra. Tales disposiciones nos inducen a creer que la mayor destrucción de estos montes, y los de Macarao y cabeceras del Guaire, se efectuó quizás en los primeros años de la República...”
La conservación de la vegetación en los márgenes del Guaire es un tema obligado para entender la evolución histórica y urbanística de nuesta ciudad.
Arturo Úslar Pietri. Tierra venezolana. Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, 1965.
1734
El arroyo del Catuche
“Caracas, con sus bosques principales todavía intactos, tenía agua sobrante. Una acequia del río Catuche conducía bastante cantidad a la Caja de Agua, situada en la esquina de este nombre, y era tal la abundancia de agua que la Real Justicia daba <providencia por diferentes bandos para que el agua no corriera por las calles, teniendo cuidado de que los vecinos no la echen por los acueductos>. A lo que se añadía que el arroyo Catuche costea las casas de la ciudad por el Oriente, por el Poniente el manantial de Caroata, y por el Sur el río Guaire, y al norte el río Anauco, que sirve para lavar toda la ropa de la ciudad”.
Las quebradas y arroyos como el Catuche surtían de agua para los quehaceres domésticos de los caraqueños.
José Nucete Sardi. La ciudad y sus tiempos. Caracas, Ediciones del Cuatricentenario de Caracas, 1967. p. 23.. Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, 1965.
1734
Agua no tan cristalina
“Según Lecuna [Vicente] existían para entonces numerosas fuentes públicas, donde el pueblo podía abastecerse libremente de fresca agua potable, aunque su potabilidad nos resulte hoy un tanto dudosa, si se piensa en la endémica enfermedad caraqueña de la gastroenteritis, que tantas vidas le ha costado. De todos modos, el agua podía estar plagada de invisibles amibas y de otros peligrosos protozoarios, pero no sufría de la vergonzosa polución de que padece el Guaire en nuestro tiempo”.
La potabilidad de los rios caraqueños era un factor clave para la sostenibilidad de la vida colonial, pese a que existían riesgos sanitarios de importante envergadura.
Jaime Tello. Historia Natural de Caracas. Caracas, Ediciones del Consejo Municipal de Caracas, 1967, pp: 34.
1781
El Catuche: aguas violentas
Una crecida de la quebrada Catuche se llevó el puente Carlos III, construido en 1773, por el gobierno colonial y el apoyo de los vecinos principales. Esta obra fue pionera en su época y aún se conserva en la zona de La Pastora.
"Destrucción del primer puente Carlos III, sobre la quebrada Catuche, hecho de madera el año 1773. En 1783 se reconstruyó en arco de mampostería. Esta creciente también destruyó el puente La Trinidad, aguas abajo, construido en 1775".
José Nucete Sardi. La ciudad y sus tiempos. Caracas, Ediciones del Cuatricentenario de Caracas, 1967. p. 23.. Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, 1965.
1783
Ríos y próceres
“…época en que comenzaba a levantarse en el Viejo Mundo la gran figura de Miranda, y a orillas del Anauco y del Guaire, las de Bello y Bolívar”.
La infancia de Francisco de Miranda, Andrés Bello y Simón Bolívar -próceres de nuestra vida intelectual, política y militar de lo que será nuestra historia republicana- estuvieron marcadas por los paisajes de los ríos y quebradas caraqueñas.
[Arístides Rojas. “La primera taza de café en el Valle de Caracas”] Orígenes venezolanos. Historia, tradiciones, crónicas y leyendas. Caracas, 2008.
1801
Sauces y bucares de Caracas
Arístedes Rojas, historiador y botánico, rememora el paisaje caraqueño en los primeros años del siglo XIX. Artistas y visitantes ilustres de otros países hispanoamericanos experimentaban la belleza de nuestros ríos y quebradas.
“Los viejos árboles del Ávila aun viven para recordar las voces argentinas de María de Jesús y de Manuela, en tanto que el torrente que se desprende de sus altas cumbres, después de bañar con sus aguas murmurantes los troncos añosos y los jóvenes bucares, va a perderse en la corriente del lejano Guaire”.
[Arístides Rojas. "La primera taza de café en el Valle de Caracas”] En: Orígenes venezolanos. Historia, tradiciones, crónicas y leyendas. Caracas, Fundación Biblioteca Ayacucho, 2008.
1804
Un río segregado
Según el Cabildo se prohibía sacar “leña, madera, carrizo, yerma, ramos ni otras cosas por ningún fin de los ríos Catuche, Anauco, Sanchorquiz y Caroata. No debe lavarse en estas aguas ropa, bañarse, introducir bestias, ni en sus orillas quemar sábanas o potreros, bajo penas de multas y azotes”.
En el Guaire podían bañarse mujeres y hombres por separado. Esto ilustra cómo se debía disfrutar del paisaje según las convenciones sociales a principios del siglo XIX.
Leszek Zawisza. Arquitectura y obras públicas en Venezuela. Siglo XIX. Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, 1988. Tomo 2. p. 107
1806
"No debe lavarse en estas aguas ropa..."
El Cabildo de Caracas intenta controlar y vigilar el uso de los cauces en la ciudad para preservar la potabilidad del vital líquido.
Según el Cabildo se prohibía sacar “leña, madera, carrizo, yerma, ramos ni otras cosas por ningún fin de los ríos Catuche, Anauco, Sanchorquiz y Caroata. No debe lavarse en estas aguas ropa, bañarse, introducir bestias, ni en sus orillas quemar sábanas o potreros, bajo penas de multas y azotes”.
Leszek Zawisza. Arquitectura y obras públicas en Venezuela. Siglo XIX. Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, 1988. Tomo 2. p. 107
1811
"No se arrojarán basuras e inmundicias, no se bañarán, ni beberán..."
"Art.XXXII. No se arrojará dentro de la población, ni en las cuadras de extramuros la ropa y muebles de los enfermos, basuras e inmundicias; todo lo cual deberá ser conducido para quemarse a las entradas del río Caroata, o a las orillas del Catuche arriba".
A tan solo meses del 19 de abril de 1810, la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela publica el Bando de Polícia donde se estipulan ciertas normas de convivencia en torno a las quebras y ríos de Caracas.
[“Bando de Policía” emitido por el Tribunal de Policía de la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela. Caracas, 8 de julio de 1811] En: Impresos de la época. Testimonios de la época emancipadora. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2011, pp: 483-503.
1811
Bañarse en el Guaire "sin el menor recato y pudor"
"Art. LX. Habiéndose notado de muchos años a la fecha la indecencia con que las personas de ambos sexos, sin el menor recato, concurren a bañarse en el río Guaire, mezclándose unos con otros, tanto en las horas del día como en las de la noche, se prohíbe absolutamente dicha escandalosa mezcla, bajo la multa de cincuenta pesos por la primera vez que se le sorprenda... y de quince días de cárcel".
A tan solo meses del 19 de abril de 1810, la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela publica el Bando de Polícia donde se estipulan ciertas normas de convivencia en torno a las quebras y ríos de Caracas.
[“Bando de Policía” emitido por el Tribunal de Policía de la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela. Caracas, 8 de julio de 1811] En: Impresos de la época. Testimonios de la época emancipadora. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2011, pp: 483-503
1811
Cada familia debe alquilar una "casilla" para bañarse
"Art. LXIII. Este nuevo establecimiento que ha de verificarse en todo el mes entrante, se convidará por carteles a los postores de dicho remate, bajo la dirección del señor Juez de Policía; y arregladas las convenciones que se estipularen, se habilitarán los baños con la posible brevedad y será del cuidado del subastador, señalar el mes y día que ha de comenzar a concurrir el público".
A tan solo meses del 19 de abril de 1810, la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela publica el Bando de Polícia donde se estipulan ciertas normas de convivencia en torno a las quebras y ríos de Caracas.
[“Bando de Policía” emitido por el Tribunal de Policía de la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela. Caracas, 8 de julio de 1811] En: Impresos de la época. Testimonios de la época emancipadora. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2011, pp: 483-503.
1811
Bañarse en el Guaire "sin el menor recato y pudor"
"Art. LX. Habiéndose notado de muchos años a la fecha la indecencia con que las personas de ambos sexos, sin el menor recato y pudor, concurren a bañarse en el río Guaire, mezclándose unos con otros, tanto en las horas del día como en las de la noche, se prohíbe absolutamente dicha escandalosa mezcla, bajo la multa de cincuenta pesos por la primera vez que se le sorprenda, si fuere en personas pudientes; y de quince días de cárcel".
A tan solo meses del 19 de abril de 1810, la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela publica el Bando de Polícia donde se estipulan ciertas normas de convivencia en torno a las quebras y ríos de Caracas.
[“Bando de Policía” emitido por el Tribunal de Policía de la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela. Caracas, 8 de julio de 1811] En: Impresos de la época. Testimonios de la época emancipadora. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2011, pp: 483-503.
1811
Cada casilla tendrá un precio por hora o días de visita
"Art. LXIV. El señor Regidor de mes, con acuerdo de la Comisión de Policía, graduará el precio que debe cobrarse por el alquiler de cada casilla, según las horas, días o temporadas".
A tan solo meses del 19 de abril de 1810, la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela publica el Bando de Polícia donde se estipulan ciertas normas de convivencia en torno a las quebras y ríos de Caracas.
[“Bando de Policía” emitido por el Tribunal de Policía de la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela. Caracas, 8 de julio de 1811] En: Impresos de la época. Testimonios de la época emancipadora. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2011, pp: 483-503.
1811
Vigilar la "la honradez y virtud" de los bañistas en el Guaire
"Art. LXV. El subastador que hubiere de resultar por el remate, será obligado a mantener en el recinto de playa que ocuparen los baños y durante su temporada, un cierto número de personas, que serán hombres mayores de cincuenta años y de conocida honradez y virtud, para la observación de los artículos precedentes y con el fin de que impidan el baño fuera de las casillas".
A tan solo meses del 19 de abril de 1810, la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela publica el Bando de Polícia donde se estipulan ciertas normas de convivencia en torno a las quebras y ríos de Caracas.
[“Bando de Policía” emitido por el Tribunal de Policía de la Suprema Junta de la Provincia de Venezuela. Caracas, 8 de julio de 1811] En: Impresos de la época. Testimonios de la época emancipadora. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2011, pp: 483-503.