Una aproximación descentralizada al desafío de limpiar el Guaire
Un saneamiento descentralizado del río Guaire, a través de sus microcuencas
El saneamiento del río Guaire supone un proceso complejode separación entre las aguas servidas y las quebradas que llegan al río. Este proceso es ineludible, la pregunta es que se hace con las aguas negras una vez recogidas. Se habla mucho de los colectores marginales del río. Bajo el peor escenario y mientras no se resuelva el tratamiento del agua, estos colectores descargan las aguas contaminadas nuevamente al río, afectando las zonas de Santa Lucia, Santa Teresa y la playa de Paparo. Es decir, no se ha resuelto el problema sanitario, sino más bien un efecto estético en la ciudad. Otro escenario supone que los colectores llevan la totalidad de las aguas servidas aun hipotético punto más allá de Petare. Sin embargo, el enorme volumen de agua que estaría sujeta a ser tratada, requeriría un lugar de grandes dimensiones que no ha sido identificado, y el costo y envergadura de dicha planta sería excesivamente costoso e inviable, amén del costo de su mantenimiento.
En cada una de las micro-cuencas, coinciden el drenaje natural de agua sobre la topografía con las redes de aguas servidas.Ciertamente se deben separar las aguas servidas de las aguas pluviales, pero en vez de canalizarlos en un colector marginal, el Ing. Bouzon propone que cada micro-cuenta trate localmente las aguas que recoge. Se trata de una estrategia que descentraliza el proceso de tratamiento. Mediante unos equipamientos ubicados sobre los bordes o en una plataforma perpendicular al cajón del río, se imagina modestas plantas de tratamiento que luego de potabilizar el agua, la vierte nuevamente en el caudal.
Actualmente, aguas arriba los ríos San Pedro y Macarao traen aguas contaminadas al Guaire. A pesar de que existe una planta de tratamiento en los altos mirandinos llamada El Chorrito, falta completar la conexión con las redes que conceden el agua a la planta. Luego encontramos 23 micro-cuencas en la margen izquierda del río y 13 del lago sur incluyendo la entrada del río Valle. El río Valle, a diferencia de la sinuosidad del Guare, fluye de forma más directa, con espacios sobre sus bordes que podrían propiciar diversas soluciones de tratamiento. Otros contribuyentes importantes por el tamaño de sus cuencas son la quebrada en La Castellana, y la de Caurimare en Petare. Todas, sin excepción, aportan agua contaminada al río.
En términos de factibilidad, la ventaja de este sistema descentralizado, es que permite ser implementado por etapas, tantas como el número de microcuencas en el valle. Otro punto importante es que no se tiene que llegar a un nivel alto de pulimento porque el mismo río tiene la capacidad de oxigenarse a través de su movimiento. Una vez se aclara el fluido y se eliminan los sólidos en suspensión, un gradiente de luz entra al agua que la va purificando. Adicionalmente, el DBO (demanda biológica de oxígeno) de aguas servidas en cualquier parte del mundo está en 240 DBO, mientras que en Venezuela el número oscila en torno a 140 DBO por las fugas de aguas blancas. Aunque el derroche de agua potable es preocupante, desde el punto de vista de tratamiento es una ventaja.
Las crecidas de agua y la amortización
El río Guaire representa un reto hidráulico, es decir las crecidas del río que ocurren en la temporada de lluvia imponen una fluctuación del caudal que puede llegar a tener consecuencias letales. ¿Como crear mecanismos para mitigar esta variable natural, sin afectar a la gente y el patrimonio construido? Hoy en día en todas partes del mundo las ciudades se cuidan mucho de los picos de las crecientes. En vista de que las ciudades se han convertido en un piso de cemento, el agua de lluvia no entra al suelo sino que desplaza y rápidamente llega al río, recogiendo enormes volúmenes que pueden sobre pasar la capacidad del caudal. La mayoría de las ciudades han ido incorporando tanques amortiguadores, bioswales y zonas de escape. En el caso de Caracas, esto no se ha pensado. Un proyecto para el manejo del río Guaire debería contemplar zonas de amortización. Por ejemplo, el Rio Valle tiene el embalse de La Mariposa. Cuando hay una crecida, el embalse la amortiza, evita que fluya un caudal peligroso hacia la ciudad. En la tormenta Bret, el nivel llegó a subir cuatro metros por encima del nivel usual. En cambio, el Guaire no tiene ninguna previsión de este tipo. El espacio del aeropuerto La Carlota podría serlo. Es un lugar alejado de la gente, condición primordial por los riesgos que suscita.
La perdurabilidad de un río limpio supone una ciudadordenada
La sostenibilidad en el tiempo de un proyecto de saneamiento requiere establecer un vínculo y pacto entre la gente y el sistema de recolección de aguas servidas. Su propósito sería desalentar e impedir que futuros desarrollos vuelvan a contaminar el río. Un río Guaire limpio es el índice de una ciudad ordenada, pero no habrá manera de limpiar el Guaire si la ciudad no se ordena. El trabajo con la gente, su participación y complicidad se debe construir apoyado en representaciones, consejos comunales y asociaciones vecinales existentes. Hacer visible la red de saneamiento, permitir que las quebradas y el río protagonicen los escenarios urbanos, sería parte de este proceso de concientización. También habría que incorporar políticas públicas y ordenanzas que multen quienes violentan o sabotean el sistema establecido de recolección de aguas servidas.
Un río vinculado a la gente
Por último, existe el reto urbano del río, y la necesidadde mejorar su presencia y funcionamiento en la ciudad. Que el río Guaire pase aser percibido como un elemento estético y no como un lugar despreciado, es fundamental para lograr un cabio en la ciudad. La transformación de sus bordes en espacio público con caminerías y rutas para bicicletas es sensata. Inclusive, se podrían introducir modificaciones en el diseño del cauce. Ello simplemente requeriría que en los momentos de crecidas habría que evacuar a la gente. Cuando hicieron canalizaron el Guaire en los años 50 no había conciencia ecológica y no pensaron en acercar a la gente. No lo vieron como un objetivo visual, ambiental o como un ecosistema activo. Hay que retomarlo. Las plantas de tratamiento, deberían no solo ser equipamiento de servicio, sino también sitios para estar y convivir con el río.
Conclusión
Es posible volver a tener un río Guaire limpio en Caracas, sobre todo si se aborda de forma holística, tomando en cuenta estas cuatro aristas:
1. La mitigaciónde las crecidas del río
2. El saneamiento descentralizado del río a través de sus microcuencas
3. El ordenamiento de las redes de recolección de aguas servidas
4. La posibilidad de disfrutar el río como corredor de espacio público.
De todo ello el proyecto del Saneamiento del Río Guaire hizo mucho hincapié en establecer una trama de redes de recolección que se debería aprovechar y fortalecer. Una posible forma de ir aterrizando la implicación de estas tareas sobre el territorio podría ser motivo de estudio en las universidades caraqueñas. Hacer, por ejemplo, un taller de diseño con estudiantes de arquitectura donde se explora un par de microcuencas, visualizar de que se trata.