El Guaire en la localización de algunos objetos
El Guaire en la localización de algunos objetos
Sobre el plano y contexto
El orden constructivo eutáxico [1] que rigió las fundaciones de muchas ciudades hispánicas en América del cual no estuvo exento Caracas, desplegaba arquitectónicamente una cuadrícula jerarquizada de rigor ortogonal alrededor de un centro vacío (la plaza), con una distribución que se asemeja a los atrios (atrium), en tanto plantea el cerramiento de un espacio abierto con la infraestructura de las instituciones políticas (como: Iglesia, alhóndiga, cabildo, hospital, cárcel). Dicha disposición establece un régimen de la mirada o escópico en el cual, las fachadas de cada recinto, pueden verse entre sí y a su vez tienden la vista a la plaza que describe el mundo y sus habitantes, similar a los jardines internos de los monasterios que ofrecían visualmente una expresión de la naturaleza dosificada (una especie de canal con el afuera desde el encierro). Tal como resalta el mapa de Caracas de Don Juan de Pimentel (1578) los ríos estaban en la exterioridad del orden fundacional y por ende fuera de este régimen de mirada, aunque su presencia rodeaba inexorablemente a la ciudad.
La marginalidad de los cursos fluviales en la retícula fundacional de Caracas deja patente que la incorporación efectiva del río al espacio urbanizado de la ciudad es solo posible con una capacidad técnica y material de recubrimiento suficiente para abordar un elemento de estas características. Esta adhesión de escala arquitectónica se iniciaría de manera efectiva en el siglo XX, revistiendo, recubriendo o embaulando al río y sus nacientes, con la iniciativa de una institucionalidad de prospectiva modernista. De esta manera, la condición del río como límite u obstáculo que se aprecia en la ciudad fundacional, sería sustituida en la Caracas de trazado moderno, por la canalización con concreto y la proliferación de autopistas, afianzando al río en la cota más baja de la ciudad, asociada con el desagüe y la cañería, por consiguiente tanto a la poca habitabilidad como a su ocultamiento.
Abordando al río
De los acercamientos teóricos que han reflexionado sobre la naturaleza que le es propia a los ríos, quisiera apuntar los términos propuestos por Gustavo Bueno cuando aborda la totalización de conjuntos que este autor denomina como joreomáticos (proveniente del griego χορει -jorei- fluir) y que permite designar un tipo de totalidad: “cuyas partes sólo pueden incorporarse al todo cuando otras partes hayan desaparecido (…) porque precisamente, (…) le faltan siempre las otras partes que han de venir, así como dejarán de existir las partes que han de aniquilarse para que las futuras aparezcan” [2] (Bueno, 2012) (p.46) [3]. Sobre esta totalización señala dos procedimientos perceptivos indispensables que operan de manera coordinada y que quisiera resaltar: la ananmnesis y prolepsis. Entendiendo la ananmnesis como: procedimiento de la memoria para “«retener» las partes aniquiladas que de ese modo podrán incorporarse a las presentes” y la prolepsis como la anticipación de “partes aún no incorporadas”. Es decir, la asociación de una capacidad de memoria o retentiva junto a una capacidad proyectiva o predictiva.
Tomando en cuenta estas operaciones que le son propias de la cognición humana acercare cuatro casos en los cuales a través del registro audiovisual, se perciben rasgos memoriales (anamnésicos) y de anticipación (prolepsis) que dan constancia la problemática relación del Guaire con la ciudad de Caracas.
Tomando en consideración estas operaciones que le son propias de la cognición humana acercaré cuatro casos en los cuales a través del registro audiovisual, se perciben rasgos memoriales (anamnésicos) y de anticipación (prolepsis) que dan constancia la problemática relación del Guaire con la ciudad de Caracas.
Tres impresiones en papel
Esta obra de Hayfer Brea plantea tres dimensiones de representación del río y el paisaje que tienen al papel como soporte a través de: un mapa como indicador cartográfica que muestra las vialidades e infraestructura de la ciudad, el registro fotográfico que captura un momento de la acción realizada por el artista (índice fotográfico en tanto “transferencia de realidad de la cosa a su reproducción.” (Bazin, 1960) (p.8)[4]) y la muestra material de la hoja de papel que sumergió el artista en el rio, que en calidad prueba indicial o de verónica (vera icona), evidencia con la huella material el contacto directo con el agua.
Similar a la obra de One and Three Chairs (Una y tres sillas) (1965) de Joseph Kosuth, se presenta de tres maneras diferentes un mismo elemento, pero entre Kosuth y Brea hay una diferencia en la constitución de los objetos que contrasta sustancialmente a ambos acercamientos, ya que en el caso de Kosuth el objeto es de condición estática (sistática) [6]y en Brea de propiedades cambiantes o fluyentes (relacionada con la mencionada totalización joreomática). Así que Brea, ante la imposibilidad de desplazar la plenitud del objeto, trae como expresión material su huella en el papel y el registro de algunos instantes de su curso que en buena medida dan cuenta, en tanto agentes memoriales o anamnésicos, de un tiempo y lugar específico. Es así como en la compilación y articulación de documentos derivados de la cartografía, la fotografía y la prueba física, se ofrece una semblanza del paisaje a través de la pervivencia de instantes que se resisten a ser aniquilados.
El movimiento del rio
Zeinab Bulhossen registra en video el viaje de una sandalia hasta el desagüe de una calle y lo combina con la pieza musical “Cuando Salí de Cuba” de Luis Aguilé. Esta persecución que pareciera haberse iniciado de manera fortuita, muestra a una sandalia rota que es arrastrada por un pequeño caudal al margen de una acera, describiendo un itinerario contingente en la ciudad. Un objeto desechado y sin utilidad aparente, adquiere un valor protagónico para la cámara y en su trayecto con principio y fin muestra el viaje de la sandalia hasta su desaparición.
En un contexto cotidiano, en el cual un pequeño caudal, que es también potencial naciente del Guaire, ya que no escapa a la infraestructura de la ciudad y su sistema de desagüe; se teje un vínculo afectivo o de seducción entre la cámara y el objeto que es también muestra del deseo de retención (memorial) ante lo efímero y por ende de un tipo de preservación sobre lo que está en movimiento anticipándose al hecho de que la trayectoria del agua tiene cierto rigor inevitable, ya que el designio de un río por más pequeño que sea, es el de someterse a los parámetros que le impone la gravedad que lo dota de movimiento y de la finalidad escatológica [7] de desembocar en el mar.
Objetos y relatos
BIOGRAFÍAS ENCUBIERTAS. DE LA FORD AL BOSQUE DE SHERWOOD (2009) / GUAIRE SECO (Dirección: Roberto López. Producción: El Resort) (2014)
Argelia Bravo a manera de documental televisivo de exploración (que incorpora la música de National Geographic compuesta por Elmer Bernstein), documenta su visita a las laderas del río Guaire guiada por Vanessa de Almeida que va describiendo los asentamientos informales en los cuales vivió junto a una comunidad de transexuales. En su exploración va reconociendo la toponimia del lugar, reporta las condiciones en que eran habitados estos espacios y junto a un antropólogo va registrando e identificando los objetos hallados a manera de levantamiento arqueológico. Su acercamiento a estos lugares poco transitados de la ciudad es la constatación de la vida que ocurre a los márgenes del río y las estructuras de concreto que funcionaron como recubrimientos institucionales.
Con este video, Bravo busca registrar y documentar aquello que de cierta manera se ha ocultado al régimen de la mirada. Su acercamiento en la periferia de la Caracas de trazado moderno pareciera también develar de manera predictiva las disfuncionalidades y problemáticas de un modelo de totalización y contención que pudiera entrar en crisis. En contraposición, el levantamiento arqueológico (y quizás hasta etnográfico) opera como recordatorio que deja constancia de unos sujetos y objetos que coexistieron y tejieron una vida en los bordes de la ciudad y del olvido.
Una inmersión similar ocurre con el corto documental Guaire Seco (2014) en el que dos realizadores audiovisuales caminan un tramo de Guaire, a propósito del desvió del cauce del rio como parte de unas labores de saneamiento que se estaban realizando con motivo de un plan llevado desde el gobierno central.
En su recorrido coinciden con un individuo que sirve de guía en este trayecto y va presentando los personajes y lugares con los que convive cotidianamente. A medida que camina, entre los sedimentos del río, van apareciendo diversos objetos con los que va interactuando, entre ellos un balón de futbol botellas de plástico, un sombrero mexicano, una cartera, una iguana muerta y un revolver descargado con su estuche, que será el motivo del desenlace de la historia.
En el seguimiento a los objetos que están alrededor del Guaire, que en algunos casos parecen triviales (una hoja de papel, una sandalia, botellas o un arma), el río presenta su semblante inagotable, que es imposible de desvincular del espacio urbano. Esa inevitable capacidad atrayente que lo hace tolerar y albergar cualquier desecho, transportarlo y procesarlo es también parte de su presencia amenazante.
Las obras mencionadas, tienen en común el hecho de que rastrean a algunos objetos junto a procesos que pueden ser memoriales-retentivos o proyectivos y en la representación problemática de lo cambiante, la inevitable atracción de la gravedad o las crisis sociales y políticas de ellas instituciones modernas venezolanas; revelan un tipo de relaciones que necesitan de una mirada muy atenta, ya que suelen pasar por desapercibido o quedan ocultos. Es esa mirada atenta la que permite dar con las pistas de la naturaleza del río y su condición de entidad que pudiera rebasar los contenedores espaciales y temporales que buscan totalizarlo.
[1]Que etimológicamente proviene de -buena forma-, acá entendida como construcción“mediante las ciudades se fundan y conservan bien ordenadas” (Insua, 2012) (p.14) (Pedro Insua. Hermes católico, ante los Bicentenarios de las naciones hispanoamericanas. Pentalfa Ediciones. Oviedo. 2012)
[2] La perenne “aniquilación” o constante cambio remite a las reflexiones de Heráclito, “Para aquellos que entran en el mismo río, fluyen otras y otras aguas.” (Ποταμοῖσι τοῖσι αὐτοῖσι ἐμβαίνουσιν ἕτερακαὶ ἕτερα ὕδατα ἐπιρρεῖ)
[3] Bueno, Gustavo: “Algunas precisiones sobre la idea de «holización»” (p.19-80). Revista El Basilisco N 42. Oviedo.2010
[4] Bueno señala que tiene su mejor realización en la música: “las mejores «realizaciones» de las totalidades joreomáticas las encontramos en la música: una sinfonía es una totalidad joreomática”. Considero que pudiera aplicarse también al cine.
[5] André Bazin: “The Ontology of the Photographic Image” (trad. Hugh Gray). Film Quarterly, Vol. 13, No. 4. (Summer, 1960), pp. 4-9. California
[6] “Llamamos totalidades sistáticas a aquellas cuyas partes coexisten (interactúan, por ejemplo) simultáneamente en el todo al que pertenecen” (Bueno, 2010) (p.46) (Bueno, Gustavo: “Algunas precisiones sobre la idea de «holización»” (p.19-80). Revista El Basilisco N 42. Oviedo.2010)
[7] Del griego ἔσχᾰτος -éschatos- último