Proyecto de saneamiento del Río Guaire: un hilo de plata para tejer a Caracas. Parte I
Resumen
La información aquí expuesta es un resumen de la actividad que como Jefe de Proyecto involucrada en la Coordinación de Intervención Urbana del Proyecto de Saneamiento del Rio Guaire (CIU-PSRG), realicé para la consultora Proyectos CONARKES, C.A. desde diciembre 2005 a diciembre 2010. Esta primera entrega corresponde al recuento histórico de la relación entre el Rio y la Ciudad y lo importante que fue el planteamiento del proyecto de saneamiento en su momento; en una segunda entrega se expone un recuento de las premisas y objetivos que impulsaron el Instrumento Regulador del Rio Guaire, diseñado para el Proyecto de Saneamiento y en la tercera entrega se presenta un breve pero concisa información de lo que fue la coordinación de Intervención Urbana del proyecto, alcances, objetivos y logros.
El contexto y un poco de historia.
Diversas son las causas que han derivado en la ciudad de Caracas tal y como la reconocemos hoy. Considero importante resaltar uno de los factores claves en el desarrollo urbano: el exceso de recursos monetarios en momentos políticos específicos que, sin una planificación urbana clara, ni visión holística de la ciudad objetivo, han resultado en la constante de grandes obras, la mayoría hoy día incompletas.
El caso de Caracas y su Río Guaire no se puede generalizar por sus características propias, si se consideran las discrepancias de pensamiento y obras ejecutadas en su cauce. Todavía la ciudad le da la espalda al río considerándolo como la gran cloaca de la ciudad que, en 35km de recorrido sobre el valle, desarticula la trama urbana convirtiéndose en parte fundamental de la barrera en la conectividad norte sur de la ciudad.
La ciudad de Caracas se implanta sobre un valle, limitado al norte por la cordillera de la costa y al sur por una cadena de colinas bajas, que delimitan dos valles secundarios. La extensión del valle central presenta la proporción de 27 x 4Km, con una estructura urbana densa, con superposición de tiempos y espacios.
La misma, se visualiza como un sistema de complejidad desorganizada, bañada por las aguas del Río Guaire y como telón de fondo El Wuaraira Repano, comportándose como el contraste ordenador y contenedor de formas diversas que interpretan la diversidad multicultural de sus habitantes y de las actividades mutantes que convierten a Caracas en una metrópolis.
Goza de clima primaveral con lluvias torrenciales, que sin aviso sorprenden a veces a sus habitantes con trágicos desenlaces, ocasionados por la inapropiada ocupación de las márgenes de quebradas que confluyen en el río; caracterizada por los asentamientos no planificados que bordean una buena parte de la ciudad, aunado a la inexistencia de obras de infraestructura adecuadas para la recolección y canalización tanto de las aguas de lluvias, como del sistema de aguas servidas, lo que genera la crítica contaminación del drenaje natural de Caracas: el Río Guaire.
El problema del saneamiento del Río Guaire ha tenido muchos planes y proyectos, pero la mayoría han quedado como esfuerzos aislados. Una de las razones de ello, es que esos proyectos no se han articulado en el marco institucional existente con las instancias de Gobierno Nacional, regional y local. De este modo, no se generan compromisos formales para la ejecución de estas obras y su posterior mantenimiento.
Desde el año 2005, el Gobierno adelantó a través del Ministerio del Ambiente, el “Proyecto de Saneamiento de la Cuenca del Río Guaire, Área Metropolitana de Caracas”, cuyos objetivos son la recuperación de la calidad de sus aguas; el saneamiento de los afluentes al río; el tratamiento de las aguas servidas con plantas de tratamiento; la restitución y recuperación de las condiciones hidráulicas del río y sus afluentes y el mejoramiento de las condiciones de calidad de vida urbana entorno al área de intervención directa del proyecto.
Para el logro de los objetivos descritos, el proyecto planteó la necesidad de proponer una visión a largo plazo y estrategias pertinentes para el desarrollo de un plan de acciones efectivas y sostenibles, con la idea de contribuir al saneamiento, rescate y vitalización del río y sus bordes urbanos, como eje estructurador e integrador de la trama urbana de la ciudad de Caracas.
Esta iniciativa, permitió establecer el marco referencial para generar una nueva relación entre la ciudad y su río, siendo la visión del Proyecto de Saneamiento el basamento para pensar en desarrollar proyectos sostenibles que posibilitaran la integración y articulación de la ciudad, en función de mejorar las condiciones urbanas existentes y la calidad de vida de sus habitantes.
Haciendo un poco de historia, el desarrollo urbano de Caracas se relaciona directamente con la morfología del valle donde se implanta en 1567. Rodeada de quebradas al este, al oeste y el Río Guaire al sur, le confirió la condición que la calificó en su momento como la sucursal del cielo.
En una primera etapa de casi tres siglos, el río se convirtió en límite para la expansión de la ciudad. Resulta innegable resaltar la importancia que tuvieron los cursos de agua para la implantación de las nuevas ciudades coloniales, reflejados en todas las provincias de América. Para el momento de su fundación, tres de los límites de Caracas eran acuíferos.
Una característica de la época y reflejada en planos es la construcción de puentes, con la finalidad de sortear accidentes topográficos y quebradas para la comunicación con otros poblados del valle. A Caracas se le conocía por sus puentes: La Cruz de Punceles, La Candelaria, San Pablo, La Trinidad, Monrroy y Anauco entre otros; mas el Guaire seguía siendo una barrera ó límite para la extensión hacia el sur.
Posteriormente en una segunda etapa, los avances tecnológicos del momento permitieron la construcción de puentes sobre el Río Guaire. En 1875 se inaugura Puente Regeneración, más conocido como “Puente Hierro” con 120 metros de longitud, es el primer gran salto hacia el sur, sobre el Río Guaire. Para el momento la ciudad cuenta con trece puentes, sobre quebradas, desniveles topográficos y su río.
La construcción de Puente Hierro establece un nuevo pensamiento, el Río Guaire comienza a tejer la ciudad del norte con las nuevas urbanizaciones que empiezan a aparecer hacia el sur, aun cuando la extensión natural se daba hacia el este del valle.
Una tercera etapa reflejada en la llegada del modernismo y el cambio de la ciudad de los techos rojos a la ciudad del automóvil.
El inicio de esta etapa se ve influenciada por el auge sustentado en la economía petrolera, lo que marcó un antes y un después en la ciudad y su sociedad. En ese tiempo, la migración del campo a la cuidad era expansiva y la ocupación del espacio urbano se había desbordado; comienza a aparecer en las laderas de montañas y cauces de ríos, invasiones de viviendas precarias, lo que se conoce como barrios, ciudad informal, zonas de desarrollo no controlado entre otros sinónimos.
Para el año 1936 se inician los primeros estudios para elaborar el primer plano regulador de la ciudad, el cual estuvo vigente hasta 1951 cuando sirvió de base para el Primer Plano Regulador Piloto, elaborado por la Comisión Nacional de Urbanismo.
El automóvil había llegado a la ciudad a principios de siglo y las recomendaciones impuestas por estos planes estaban en función de mejorar y ampliar el sistema de vialidad existente, generar ejes viales monumentales, entre otras medidas. Pero el Río Guaire no tuvo ninguna consideración, convirtiéndose en un río olvidado, posteriormente en un río negado, al igual que las zonas de barrios, se niegan al ser plasmadas en estos planes como áreas verdes. Situación que se reprodujo hasta finales de la última década del siglo XX.
Esta situación evoca una reflexión sobre la visión fragmentada de estos planes para la ciudad, ignorando la realidad en su totalidad y parcializando las intervenciones en función de la intensidad y uso del suelo y la eficiencia del sistema vial.
En los años 50 comienza la construcción de la autopista urbana al margen sur del Río Guaire, sobre el tramo entre el casco central y plaza Venezuela. Los años 70 se caracterizan por anexar a ambos lados del río tramos de la autopista, cuyos retiros reglamentarios fueron rápidamente utilizados como ampliaciones de vía. El río que en 1875 había superado la barrera de conexión norte-sur de la ciudad, ahora con las vías expresas a ambos lados terminaba de desarticular y de divorciar las tramas urbanas del valle.
La relación de la ciudad con su curso de agua fue totalmente negada, tanto formal como funcional y sanitariamente, ya que se habían construido dos grandes colectores marginales del río para la recolección de las aguas servidas, y sin embargo menos de un veinte por ciento de las mismas fueron empotradas a estos sistemas, descargando el resto de las aguas residuales directamente sobre el río. Aunada a esta situación, la ocupación descontrolada de los cauces de quebradas afluentes y la consecuente problemática del manejo de desechos sólidos que se genera, redunda en el fuerte grado de contaminación del río.
Para los años 90, el área metropolitana de Caracas cuenta con una población de 2.784.000 habitantes según el censo del INE. El espacio urbano del valle totalmente copado, ha venido sufriendo un proceso de transformación paulatina, aumentando densidades y generando cambios de usos en sus áreas residenciales por comerciales o mixtas.
En todo caso y acorde con las reflexiones de Blanco durante esta etapa “no se han producido respuestas urbanas que reconozcan al Guaire como un elemento de importancia para la vida urbana de la ciudad: un elemento de uso público”. [1] Sino que, por el contrario, ha sido un espacio para soluciones de infraestructura sanitaria y vial, siendo la identificación del colectivo calificar a su río como la cloaca de Caracas.
Por último, una cuarta etapa que vuelve la vista sobre el río, su saneamiento y el reencuentro con la estructura urbana de la ciudad.
Comienza el siglo XXI con nuevo gobierno y una nueva visión enfocada hacia la sostenibilidad del desarrollo social, económico, político y territorial, plasmada en la Constitución de 1999. Dentro de la cual se considera “… un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro (…)”
En tal sentido se vuelca el interés a la recuperación del medio ambiente a nivel nacional, desde la reforestación de parques y bosques, el saneamiento de los cuerpos de agua, el manejo de desechos sólidos entre otros programas, que adelanta el Ministerio del Ambiente; siendo el saneamiento del Río Guaire decretado como un Proyecto de Interés General.
El proyecto de Saneamiento del Rio Guaire se presenta como la gran oportunidad de entrelazar los espacios públicos, en un eje este-oeste que permita la estructuración de una nueva ciudad, una ciudad que busque su referencia espacial entre su montaña y su río saneado y que se incline a garantizar la calidad de vida de sus ciudadanos.
Arq. MSc. Maria Eugenia Collell S.
[1] Aurelio Blanco Gutiérrez: “La Participación y el Diseño Urbano, Una experiencia de Aprendizaje: El Guaire, un río olvidado”. Tesis de Maestría no publicada, Universidad Central de Venezuela, Facultad de Arquitectura y urbanismo, Instituto de Urbanismo, Caracas. Magister Scientiarum en Planificación Física y Diseño Urbano” Caracas.